El EcoAlbergue lleva 25 años con las puertas abiertas y su recorrido como alojamiento para grupos viene de lejos. Por él han pasado muchísimas personas: escolares, aventureros, familias, asociaciones.
En los últimos años, Paco Sánchez, el alma de este lugar, ha apostado por convertirlo en un espacio más amable, sostenible y cuidado, inspirándose en todo lo que la naturaleza y los alrededores ofrecen: la huerta de la familia, todavía en activo con el cuidado y el trabajo de Brígida y Paco, se extiende ante nuestros ojos y sigue dando frutos, cada estación del año.
El agua recorre la finca embriagándonos con su sonido continuo al pasar por la Sala del Agua, un espacio de trabajo techado pero al aire libre que, junto con una gran extensión de césped de 500m, ofrecen una zona de trabajo maravillosa para los grupos que se alojan.
La sala del sol, es un espacio cerrado y diáfano, con suelo de madera ideal para el trabajo corporal y terapéutico. Y los bancales que rodean la casa, con árboles y sombra, hacen de los exteriores lugares maravillosos para estar y disfrutar.
El edificio, con habitaciones compartidas y baños comunes, es cómodo y agradable. Algunas habitaciones y pasillos nos regalan pinturas inspiradoras.
El uso que se hace de energías renovables y el interés puesto en el cuidado del medio y de las personas que se alojan, hacen de este lugar un maravilloso paraíso para los retiros y los encuentros.
El EcoAlbergue ofrece la posibilidad de concertar servicios complementarios que incluyen manutención y diversas actividades a través de la empresa Discovery Aventura.
Algunos comentarios de nuestros huéspedes:
«Pasamos 15 días en familia (18 personas). Muchas gracias a los propietarios por la cálida bienvenida, su disponibilidad, su amabilidad.La belleza del entorno rodeado de magníficos paisajes. Un enorme jardín que tiene muchas flores, árboles frutales, un pequeño riachuelo que cruza esta joya para embellecer este paisaje y para rematar una piscina para refrescarse en la propia finca.
Las fotos no reflejan suficientemente la exuberancia y la belleza del paisaje.
Una terraza muy hermosa, con rincón de sombras (gran terraza cubierta pero abierta que deja entrar la frescura.
Entre el mar y la montaña, Algodonales es un pueblito tranquilo y apacible con todas las comodidades a un paso de la casa y precios muy atractivos. Hay sitios muy bonitos para desconectar a pocos kilómetros (Ronda, Cuevas del gatos, Zahara…)…Sevilla y Cádiz a 1 hora.Perfecta para los amantes de la tranquilidad, excepcional para deportistas a los que les guste la escalada. El establecimiento ofrece actividades (paddle, canoas, hidropedales, parapente, etc.) Si tuviéramos que hacerlo de nuevo, volveríamos a reservar sin dudarlo»